lunes, 16 de junio de 2008

Notas de lector - Cuentos de Rodolfo Walsh

“Nota al pie”- Rodolfo Walsh

En esta producción se da un interesantísimo trabajo y provoca una profunda reflexión (sobre todo en nuestro papel adoptado en la materia) sobre este recurso que muchas veces es inclusive pasado por alto o desvalorizado, siendo que constituye una herramienta excepcional para el escritor.
Se puede hablar en este caso de un diálogo entre el cuerpo del texto y las notas al pie como el tema central tanto para la historia como para el escrito en sí, y de la constante relación que entre uno y otro existe, a modo de complementarse, o por qué no, aclarar los tantos.
Esto se puede expresar entendiéndolo al texto a nivel estructural, mientras que en cuanto al argumento en sí, también está presente y muy fuertemente la noción de la nota al pie pero mayormente en un marco epistolar, debido a los intercambios protagonizados por el personaje principal.


“Fotos”- Rodolfo Walsh

Lo más llamativo de esta producción del desaparecido escritor es la estructura que maneja. Es decir, no es un relato lineal, unívoco y claro, sino que se va manejando con una especie de “apartados”, separados simplemente por una numeración cronológica, que de alguna forma pretende darle orden a algo que en esencia es desordenado. Las historias comienzan en un punto, se suspenden, y quizás vuelven a ser retomadas más adelante, en lo que en primera instancia parece una distribución caprichosa, pero que sobre el final va a adquiriendo más sentido. Muchos fragmentos no guardan absolutamente ninguna relación con el anterior, más aún, tal vez carecen de sentido.
Existe un trabajo marcado con lo que es la idea de transmitir la oralidad en su estado puro; de allí que podemos encontrar palabras en lunfardo, o expresiones características del campo, o tal vez términos regionales. Sin embargo, también podemos ver pasajes con frases sin sentido alguno, o hasta una especie de anotaciones de cómo se está construyendo una prosa, marcando la rima, o separando en sílabas, cuestiones inéditas para un texto de estas características.
Estas facultades que tiene esta narración, hacen honor o dan sentido a su título (Fotos), ya que justamente significan eso; imágenes, detenidas en el tiempo, de cierto espacio con sus integrantes interactuando. Es un tanto difícil transformar esas “fotos” luego en un video, pero esa es justamente la esencia del texto.


“Esa mujer”-Rodolfo Walsh

Al efectuar la lectura de esta narración realmente puedo confesar que sentí escalofríos. No sólo por los hechos descriptos, y los detalles contados, sino por el aterrador pensamiento constante de que esos hechos, y esos protagonistas (más allá de los pseudónimos utilizados, y las identidades encubiertas) fueron reales en la etapa más oscura de la historia de nuestra querida Argentina. Es imposible abstraerse de eso mientras uno recorre línea tras línea, llegando a exacerbarse con las declaraciones del “coronel”.
Los métodos descriptivos utilizados son realmente muy eficaces, y la imagen que uno puede hacerse de los personajes (sobre todo el principal, quien confiesa los hechos) es muy gráfica y notoria, y puede uno sentirse en ese cuarto, el cual probablemente se nos volvería más chico a cada segundo.
Está narrado en primera persona, sobre entendiéndose que ese periodista, simulando estar alineado detrás de los mismos pensamientos, es el mismísimo Rodolfo Walsh. Allí también es lógico pensar en la situación e intentar resolver como abstenerse de atacar deliberadamente a semejante partícipe de un genocidio, quien ahora muestra su falso “arrepentimiento” o tergiversado papel en las hechos.
Me es, incluso, muy difícil analizar más profundamente el relato debido al tema, y a la veracidad del mismo, sin poder sacarme de la cabeza que como esa chica, a la cual profanaron su cadáver luego de ser asesinada, le cortaron un dedo para poder salvaguardar sus situaciones legales, lo cual da la dimensión real del destino y las realidades vividas por treinta mil argentinos hace tres décadas, en, insisto, la etapa más oscura de nuestro país, y la que más vergüenza me da.


“Los oficios terrestres”- Rodolfo Walsh

En esta historia se recrea muy efectivamente el ambiente de un internado en el interior del país, de carácter muy religioso y riguroso, muy emparentado con un lugar similar en el que Walsh estuvo de chico, manejado por colonias irlandesas (nacionalidad de la cual él desciende).
Los personajes son muy disímiles y hasta por momentos caricaturescos, pero siempre muy bien descriptos; uno puede ver la cara regordeta de Dashwood sin ningún inconveniente, por ese mismo énfasis descriptivo. La figura del “Gato” también es muy significativa y diferenciable, como una especie de reo adaptado a las circunstancias, un mercenario “sobreviviente”.
La mayor parte del relato se centra en la tarea encomendada que consistía en trasladar un cajón de basura, y todo el traumático recorrido y las peripecias pertinentes. Sin embargo, eso sólo termina siendo un medio para un fin. Luego de superar todos los contratiempos, cruzar pastizales, malezas, campos sembrados y espesas nieblas (y haberse enfrentado hasta los golpes con su compañero de tarea), el pequeño protagonista, sin mirar atrás siquiera un segundo, abandona el lugar con rumbo incierto y recorrido desconocido. Escapándose no sólo del internado, sino también de la ausencia de su madre.
En la narración la descripción es muy preciso e ilustrativa; las imágenes no sólo de los personajes, sino también del ambiente y los paisajes son fáciles de imaginarse debido al buen manejo entre los paneos generales y las detalladas precisiones de ciertos detalles.
Es difícil imaginarse el final, pero una vez leído, uno lo puede comprender y encontrarle sentido sin lugar a duda a la decisión del protagonista.

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